Maltusianismo


image

Páginas de este tema: Malthus / Sufragismo y feminismo / Margaret Sanger / El control del crecimiento mundial / Las conferencias internacionales de población / China y el hijo único /…

 ***

Qué es el maltusianismo

El término suele englobar todas aquellas doctrinas, ideologías y medidas políticas que buscan reducir la natalidad. Puede considerarse por tanto la antítesis del natalismo. Sin embargo bajo dicho concepto caben corrientes muy distintas. De entrada, suele hacerse la distinción entre «maltusianos» y «neo-malthusianos», en función del papel otorgado a los métodos de control utilizados:

  • Los «maltusianos» son, en sentido estricto, Malthus y sus inmediatos seguidores. Predicaban métodos naturales para limitar la descendencia (la abstinencia, el celibato, el matrimonio tardío) y lo hacían por motivos económicos, en términos de balance población/recursos, todo ello mezclado con máximas de orden moral sobre lo que es «lícito» o no en el ámbito sexual y familiar.
  • Los «neo-maltusianos», algo posteriores, consideraban también aceptables, y promovían, los métodos anticonceptivos artificiales y lo hacían desde planteamientos más sociales que económicos (libertad sexual, liberación femenina, mejora de los cuidados a los niños, etc). En este caso, muchos de los impulsores fueron médicos y reformistas sociales.

Se incluye así como neomaltusiana toda la corriente de los «birth controllers» y los promotores de la planificación familiar, con figuras tan importantes para la demografía como Margaret Sanger o diversas protagonistas de los movimientos feministas y sufragistas en sus orígenes.

También ha sido etiquetada como neomaltusiana la corriente internacional en pro del control del crecimiento demográfico mundial, impulsada inicialmente por EEUU al acabar la segunda guerra mundial, y asumida finalmente por Naciones Unidas poco después.

Posts relacionados

*

La planificación familiar

Aunque se etiqueta como «neo-maltusiano», en bloque, el movimiento a favor de la planificación familiar y la libre anticoncepción, su corriente más extensa e influyente, el family planning, no se plantea objetivos demográficos, y gira mas bien en torno a derechos individuales, de manera que no puede considerarse estrictamente una política demográfica.

A esta corriente, en principio, le importa muy poco si las poblaciones crecen más o menos. Lo que pretende es que las personas y, especialmente, las mujeres, puedan decidir cuantos hijos tienen y en qué momento los tienen, de manera que esos hijos, resultantes de una «maternidad consciente» y deseada, puedan gozar de mayor salud y atención. Se persigue igualmente preservar la salud femenina frente a embarazos con riesgo o simples contagios, y todo ello sin tener que renunciar al placer sexual. Como para eso se necesitan conocimientos y medios, su causa ha sido a menudo asimilada al «anticoncepcionismo» y al feminismo, pero también a la «inmoralidad» y el «libertinaje».

En cualquier caso, y pese a que sus objetivos no sean «poblacionales», resulta evidente la utilidad de este activismo para aquellos sectores privados o públicos, nacionales o internacionales, cuyo objetivo sí es frenar o limitar el crecimiento demográfico, sectores que, ahora sí, podrían ser calificados como neomaltusianos en sentido estricto. La historia de las relaciones entre ambos tipos de «neomaltusianismo» es larga y accidentada.

El family planning fue en sus inicios un movimiento perseguido e ilegal. Las primeras clínicas de planificación familiar, en los inicios  del siglo XX, fueron clandestinas. Todo cambió cuando EEUU, al acabar la II Guerra Mundial, asumió que el excesivo crecimiento demográfico de Asia o de América Latina era un campo de cultivo para la extensión de la pobreza y del comunismo, y decidió frenarlo. De repente el family planning se convirtió en el aliado necesario de las políticas de control demográfico, y salió de las cavernas para verse masivamente apoyado política y económicamente. De esa colaboración no solo surgieron programas estatales en todo el mundo, sino muchísima investigación en diversos campos. Puede decirse que la demografía adquirió impulso definitivo como disciplina, pero también lo hicieron las investigaciones médicas y farmacológicas, que darían lugar a la píldora en los años sesenta.

Aunque durante décadas los impulsores del family planning colaboraron con los del control demográfico (algunos consideran que fueron utilizados y engañados), a mediados de los ochenta, tras la crisis económica de los setenta, la descomposición de la URSS y la solución neoliberal a la crisis, EEUU abandonó la financiación del family planning, abandono escenificado por la administración Reagan (apoyado por el antiabortismo religioso en su reelección) en la conferencia internacional de México de 1984. Por su parte, desde los años ochenta y, especialmente, desde la conferencia internacional de población de El Cairo 1994, el family planning ha denunciado abiertamente las políticas de control poblacional y reorientado su propia estrategia hacia nuevos objetivos, ahora en torno al concepto de «salud reproductiva».

Quienes quieran consultar el fondo documental de la Family Planning Association, encontrarán la información necesaria (descripción del fondo, ubicación, titularidad, trámites necesarios, etc.) en la web de AIM25 (Archives in London and the M25 Are).

PUBLICACIONES RELACIONADAS

 

Links


Música en ApdD: Michael Pipoquinha «Donna Lee» – Latvian Radio Big Band

 

2 comentarios en “Maltusianismo”

Deja un comentario

Julio Pérez Díaz, CSIC. Estudios de población y análisis demográfico